Lush · Whoosh + Cupcake + Limelight

¡Buenas! Aquí estoy, de nuevo (aunque con un poquito de retraso, que se acercan los exámenes y una tienen bastante menos tiempo) con la entrada mensual sobre los productos LUSH

Hoy muestro tres productos nuevos: uno lo probé hace mucho y no volví a repetir, otro lo he probado recientemente y otro llevo usándolo desde verano y me tiene... ¡enamorada! 


Voy a permitirme empezar por el que llevo más tiempo usando: la gelatina de ducha Whoosh. Me la regalaron por mi cumpleaños del año pasado, y desde entonces la he usado puntualmente porque me gusta tanto que no quiero que se me gaste, ¡lo reconozco! Sin embargo, miré la fecha de vencimiento la semana pasada y, como es normal, es aproximadamente de un año, así que estos últimos días le he estado dando más uso. 
Contiene algas, zumos cítricos frescos (limón orgánico, pomelo y lima orgánica) y aceites de geranio y romero.

El olor a cítricos que te deja en la piel es estupendo, y sí que es cierto que acabas con una sensación muy refrescante al salir de la ducha. En la web la recomiendan para cuando llevas un día agotador, o para una ducha mañanera, ya que dicen que te da "un chute de energía". Eso es relativo, pero bueno, sí, la sensación final es más que agradable, a mi me encanta.

¿Cómo se usa? A temperatura ambiente, fresquita si se guarda en el frigorífico o congelada si la metes en el congelador. Conforme más fría se conserve, menos resbaladiza será en la ducha (a mi se me cae de las manos cada dos por tres). Hay mucha gente que, como veréis en la foto de abajo, la corta en cuadraditos y, en la bañera, la mezclan con otros productos como trozos de bombas/burbujas de baño, un poco de aceite de baño o jabones LUSH. Si buscáis vídeos en Youtube veréis a lo que me refiero.


El precio, por un bote de 100g es de 4.95€. El de 240g cuesta 9.95€ (es la más económica que tienen). Por mi parte, tengo que reconocer que la gelatina Whoosh me gusta bastante, y estoy deseando probar otra distinta. Con respecto a la duración, no puedo estar segura pero sí que puedo decir que habré usado la gelatina una docena de veces, aproximadamente, y habré gastado una 1/3 parte, más o menos. 

El siguiente producto del que quiero hablar es la mascarilla facial fresca Cupcake. Conseguí una muestra hace cosa de un mes, o mes y medio, y la chica de la tienda me dijo que con ella podría usar la mascarilla unas 3 o 4 veces. Y estaba en lo cierto, con la cantidad que vienen en la muestra he podido usar la mascarilla 4 veces, clavao'. 
Barro de Rhassoul y cacao en polvo para eliminar la suciedad y las impurezas y limpiar en profundidad. La menta fresca estimula y tonifica la piel, mientras que la linaza y la manteca de cacao proporcionan suavidad e hidratación.

Como toda mascarilla, se aplica una capa generosa y se deja actuar durante 10-15 minutos. Después se retira con agua templada, y la verdad es que te deja la piel más lisa y suave que el culito de un bebé. El olor es bastante fuerte, pero no por ello resulta desagradable. Eso sí, ¡hay que conservarlas en el frigorífico!

El precio, por un bote de 75g, es de 9.95€. Es el único formato que tienen. Además, si no me equivoco, LUSH ofrece algo muy chuli, y es que llevando 5 botes para reciclar te puedes llevar gratis una de estas mascarillas (las más baratitas supongo). Yo tengo unos pocos en casa, así que la próxima vez que pille una tienda cerca intentaré hacerme con esta maravillosa mascarilla.


Por último: el producto que probé hace mucho y con el que NO volví a repetir, las Toothy Tabs (para el que no se maneje con el inglés, unas pastillitas para lavarle los dientes, please). En concreto, a mi me dieron hace mucho tiempo, quizás hace dos años ya, una muestra de Limelight. Tengo que decir que la primera experiencia que tuve con ellas no me gustó demasiado. La muestra contenía 3 pastillas, y básicamente lo que tienes que hacer es coger una y mordisquearla un poquito. Automáticamente eso empieza as soltar espuma y parece que te está dando un ataque epiléptico. Es entonces cuando tienes que empezar a cepillarte.

El sabor me resultó extraño. Será porque yo estoy acostumbrada a pastas dentífricas que sepan a menta y tal, y un sabor que no sea ese pues como que me choca un poco, y más si lo que pretendes es lavarte los dientes... No sé, yo no quedé muy convencida, la verdad. Tengo una amiga que también las probó y creo que comparte mi opinión.


Aceites de limón, lima, hierbabuena, almendras y polvo de fruta de baobab para crear una efervescencia de polvo azucarado en tu lengua.

En la tienda tienen una gran variedad de sabores. El precio, para un bote de 50g, es de 6.95€. Sí que tengo que romper una lanza a favor de este producto: me parece muy práctico. Quizás mi experiencia está basada en un sabor que puede no ser muy acertado, por eso no descarto probarlas de nuevo, pero tengo que reconocer que, por ejemplo, a la hora de viajar pueden ser muy útiles o, por ejemplo, si tienes que estar fuera de casa todo el día, por lo que sea (en mi caso la universidad) puede ser una mejor opción que llevar en el bolso un pequeño bote de pasta de dientes que, como si se te abre, te deja un regalito bonito bonito en el bolso, maletín o donde sea que lo lleves...

Dejo por aquí un vídeo muy gracioso de varias personas probando las Toothy Tabs por primera vez. A mi me pareció simpático, más que nada porque a mi me pasó algo parecido, espero que os guste ;)


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