Prometí una entrada muy distinta, ¡y aquí la tenéis! ¡Lo bueno se hace esperar! Eso, y que los exámenes, desgraciadamente, están a la vuelta de la esquina. Hoy vengo a hablar de un acontecimiento muy muy muy chulo que tuvo lugar el mes pasado en Cádiz: ¡la cuarta edición del Festival Internacional de Cortometrajes SHORTY WEEK!
A mi, personalmente, me hubiera gustado poder asistir a más cositas durante los 4 días que duró el festival, como por ejemplo el taller de fotografía estenopeica o la exposición de María Fernandez, pero por desgracia me pilló un fin de semana bastante ajetreado con la universidad (¡mecachis!). Aún así, a excepción del domingo, pude disfrutar de un poquito del festival todos los días.
Los chicos de Homeless proyectaron dos cortos y ofrecieron una charlita muy animada. Pasamos un buen rato, a excepción del resto de personas que estaban en el bar, que a decir verdad fueron bastante maleducadas (gritos, risas a todo volumen, en definitiva, un ruido bastante desagradable) sabiendo que allí había personas que intentaban disfrutar de las proyecciones y la charla. Mal Woodstock, muy mal.
Por último, el viernes pude pillar el final del concierto de Music Komité, y tengo que decir que también moló mucho, me gustaron mucho, en especial, las imágenes que tenían de fondo mientras tocaban. Era imposible no quedarse medio embobada mirándolas.
¡Y llegó el sábado!
Repito que, en temas cinematográficos, me considero una simple espectadora. Y como espectadora me presenté en el Taller Intensivo de Narrativa, impartido por Fernando Polanco, porque nunca está mal aprender algo nuevo, ¿no? Además, creo que pude anotar muchas cosas importantes que se pueden extrapolar a la hora de escribir cualquier cosa, no sólo un guión. La verdad es que en la sala había bastantes asientos vacíos, pero yo disfruté mucho con el taller, y sin duda volvería a repetir.
Este festival, y todo el trabajo que tiene detrás, tiene como objetivo promover el cortometraje como medio de expresión, dar oportunidad a la difusión de los trabajos de nuevos talentos y acercar al público el mundo del cortometraje a través de diferentes actividades (y en este grupito de meros espectadores me incluyo yo).
Tras tres años en El Puerto de Santa María, Shorty Week aterrizó en Cádiz el pasado mes de Abril. Y como en Cádiz se hacen taaantas cosas interesantes, novedosas, que promuevan la cultura y ADEMÁS, que sean gratis, ¿cómo no apuntarse al plan? Planto por aquí la guía, para que se vea que no miento cuando digo que había muchísimas, pero muchísimas actividades/charlas/talleres/ponencias/proyecciones que disfrutar. ¡De locos! Y además, ¡conciertos!
El jueves asistí al primero de los Shorty Conciertos: Juno & Darrell. ¿Os resultan desconocidos? Bueno, os diré que se trata de un dúo de músicos y compositores, influenciados por la música africana y afroamericana. Como ellos mismos cuentan en su página de Facebook, ofrecen una fusión de soul, afrobeat, hip hop y jazz. El resultado de todo esto es, cuanto menos, curioso (a mi parecer).
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| Juno & Darrell. |
Tengo que decir que fue la primera vez que escuché algo de este estilo, y la verdad es que me enganchó un poquito. A raíz de ahí les cotilleé por Spotify, y la verdad es que me molan bastante.
El viernes la cosa estuvo más animadilla (por mi parte). Me atreví con la Sección Oficial del Concurso de Cortometrajes. Las proyecciones tuvieron lugar en la Torre Tavira, donde tuvimos que reservar entrada (aunque era gratis) debido al aforo tan pequeñito que tiene en edificio.
Aquí no me voy a cortar, el ratito que echamos allí estuvo súper bien. Primero nos llevaron a la Cámara Oscura para ver uno de los cortos, y luego fuimos a otra sala para ver el resto.
Para los que no lo sepan, la cámara oscura de la Torre Tavira produce una imagen sobre una pantalla blanca curva horizontal, a modo de mesa, situada ene l centro de una habitación totalmente oscurecida, pintada de negro. La imagen proyectada es en color, muy luminosa y refleja lo que está teniendo lugar, en el exterior de la torre, en ese mismo instante (imágenes reales y en movimiento). A causa de la larga distancia focal de las lentes principales, el resultado es un magnífico efecto óptico que hace que los objetos situados a mucha distancia parezcan bastante cercanos.
Nos hicieron una demostración de cómo funcionaba la lente, y luego proyectaron el corto.
En general, tengo que decir que todos los cortometrajes me gustaron muchísimo. Había escogido, especialmente, la Sección Compromiso en Corto ya que se trata de una sección propia del concurso, comprometida con el entorno, donde se seleccionan cortometrajes que añaden un valor al mero entretenimiento (social, medioambiental, etnográfico…).
La verdad es que la experiencia estuvo de 10, y yo sin duda volvería a repetir (aunque todos los escalones de la Torre Tavira se me hicieron muuuuuuy pesados, firmé para que pusieran un ascensor jeje).
Más tarde, después de ver los cortos, nos unimos a la RED BARaderos. donde los cortometrajes salen literalmente a la calle, es decir, ofrecen proyecciones en comercios locales. Uno de ellos era Woodstock, así que allí nos plantamos.
Para los que no lo sepan, la cámara oscura de la Torre Tavira produce una imagen sobre una pantalla blanca curva horizontal, a modo de mesa, situada ene l centro de una habitación totalmente oscurecida, pintada de negro. La imagen proyectada es en color, muy luminosa y refleja lo que está teniendo lugar, en el exterior de la torre, en ese mismo instante (imágenes reales y en movimiento). A causa de la larga distancia focal de las lentes principales, el resultado es un magnífico efecto óptico que hace que los objetos situados a mucha distancia parezcan bastante cercanos. Nos hicieron una demostración de cómo funcionaba la lente, y luego proyectaron el corto.En general, tengo que decir que todos los cortometrajes me gustaron muchísimo. Había escogido, especialmente, la Sección Compromiso en Corto ya que se trata de una sección propia del concurso, comprometida con el entorno, donde se seleccionan cortometrajes que añaden un valor al mero entretenimiento (social, medioambiental, etnográfico…).
La verdad es que la experiencia estuvo de 10, y yo sin duda volvería a repetir (aunque todos los escalones de la Torre Tavira se me hicieron muuuuuuy pesados, firmé para que pusieran un ascensor jeje).
Más tarde, después de ver los cortos, nos unimos a la RED BARaderos. donde los cortometrajes salen literalmente a la calle, es decir, ofrecen proyecciones en comercios locales. Uno de ellos era Woodstock, así que allí nos plantamos.
Los chicos de Homeless proyectaron dos cortos y ofrecieron una charlita muy animada. Pasamos un buen rato, a excepción del resto de personas que estaban en el bar, que a decir verdad fueron bastante maleducadas (gritos, risas a todo volumen, en definitiva, un ruido bastante desagradable) sabiendo que allí había personas que intentaban disfrutar de las proyecciones y la charla. Mal Woodstock, muy mal.
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| Music Komité. |
Por último, el viernes pude pillar el final del concierto de Music Komité, y tengo que decir que también moló mucho, me gustaron mucho, en especial, las imágenes que tenían de fondo mientras tocaban. Era imposible no quedarse medio embobada mirándolas.
¡Y llegó el sábado!
Repito que, en temas cinematográficos, me considero una simple espectadora. Y como espectadora me presenté en el Taller Intensivo de Narrativa, impartido por Fernando Polanco, porque nunca está mal aprender algo nuevo, ¿no? Además, creo que pude anotar muchas cosas importantes que se pueden extrapolar a la hora de escribir cualquier cosa, no sólo un guión. La verdad es que en la sala había bastantes asientos vacíos, pero yo disfruté mucho con el taller, y sin duda volvería a repetir.
Y... ¡aterrizamos en la gala! Presentada por la actriz Sonia Serrano, durante la gala, que resultó muy amena y entretenida, se proyectaron los cortos ganadores (8 en total) y, posteriormente, se entregaron los respectivos premios. Disfruté especialmente con Garden Party, Recauchutados y Estribillo.
En esta cuarta edición, el equipo de Shorty Week ha recibido más de 650 cortometrajes de más de 50 países. Así que ganar, en cualquiera de las secciones del festival, tiene muchísimo mérito.
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| Los Jaguares de la Bahía. |
¿Cómo acabó mi experiencia Shorty Week Film Festival? Pues de la mejor forma posible, con una animadísima fiesta al aire libre que tuvo lugar en el Pelícano Músicafé. Y mira que yo no soy muy de fiestas, pero el ambiente era tan guay que me lo pasé como hacía mucho tiempo que no me lo pasaba.
Para futuras ediciones, o para el que quiera informarse un poquito más sobre el festival, por pura curiosidad, dejo aquí la página de Facebook de Shorty Week Film Festival. Yo disfruté enormemente y, realmente, espero que muchas más personas, por muchos años más, puedan disfrutar tanto o más de lo que yo lo hice en esos poquitos días.
¡Saludos!
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