Santa Clarita Diet

Hoy vengo a hablar un poquito sobre una de las nuevas apuestas de Netflix. Después de los intensos exámenes de Febrero, ¿qué mejor que empezar una nueva serie con la que quitarte el mono serieril (?) que llevas aguantando durante todos los exámenes? En mi caso, no tenía ganas de pillar una serie que estuviera muy avanzada en temporadas, quería algo nuevo y, a ser posible, con tintes de comedia.

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• Género: comedia de terror (aunque lo de terror es muy subjetivo, la verdad). 
• Creador: Victor Fresco.
• Estreno: 3 de febrero de 2017.
• País de origen: EEUU. 
• Idioma: Inglés. 
• Temporadas: 1.
• Capítulos: 10.

Una de las primeras cositas que quiero comentar es que a mi, personalmente, el formato me resultó muy cómodo. Capítulos que no pasan de los 30 minutos, ideales si lo que quieres darte es un descanso de lo que estés haciendo, para desconectar un poco y esas cosas. Si, por otro lado, eres de los que se dan atracones de capítulos si no hay nada mejor que hacer, esta serie se la funde uno en 1 ó 2 días. Tal cual.

Joel Wichita (Timothy Oliphnat) y Sheila Hammond (Drew Barrymore) forman un matrimonio de lo más normal, rozando lo ideal. ¿Quién diría lo contrario? Juntos desde el instituto -ella fue prom queen y él quarterback-, llevan más de 20 años casados, ambos son agentes inmobiliarios, viven en un casoplón a las afueras de Santa Clarita, en el estado de California, y tienen una hija adolescente llamada Abby (Liv Hewson).

Desgraciadamente y sin venir a cuento, un buen día Sheila comienza a vomitar como si de la niña de El Exorcista se tratase. Really, menudo asco.

Aviso a navegantes: si eres de estómago sensible, evita ver la serie mientras desayunas, almuerzas, meriendas o cenas. En serio, evítalo. Pasan de una escena cómica a estar rodeados de vísceras en cuestión de segundos. 

Como iba diciendo, aparentemente, después de semejante cantidad de vómito, parece estar muerta, ¡pero no! Sheila se recompone y, para sorpresa de todos, se encuentra mejor que nunca. Está llena de energía, apenas duerme y siempre tiene ganas de marcha. ¿El inconveniente? Digamos que ya no le va tanto la dieta humana corriente, aunque eso es algo que en el mismo tailer y en las imágenes promocionales se revela al minuto 1.

Por suerte, Sheila cuenta con una familia que la apoyará en todo; nadie se va a tirar de los pelos ni va a perder la cabeza porque su mujer, o su madre, de repente, tenga que alimentarse de personas vivas. Ojo cuidao. Lo normal.

Aún con todo, como en el fondo están un poquito preocupados, deciden ir a charlar con su vecino Eric (Skyler Gisondo), un adolescente nerd-geek que casualmente tiene un enorme crush con la hija de los Hammond. Él, que parece ser un experto en la materia, les explica un poquillo de qué va el asunto: ahora viven con una zombi a la que le cuesta controlar sus ganas de carne fresca, 

A partir de aquí, todo se convierte en una serie de catastróficas desdichas, sobre todo si, como en el caso de los Hammond, todos tus vecinos son polis y, de la noche a la mañana, te dedicas a matar gente para tener una dieta equilibrada.  

No quiero entrar más en la trama porque soy muy poco fan de los spoilers, así que de momento esto es todo lo que puedo decir sobre la historia. Eso sí, los primeros capítulos son un poco lentos; es a partir del cuarto o quinto cuando la serie empieza a tomar un poco de color, se atan algunos cabos sueltos y se vuelve algo más entretenida ya que, por ejemplo, comienzan a investigar por qué a Sheila le ha cambiado la vida de semejante forma. 

La serie, además, cuenta con actores recurrentes e invitados como Thomas Lennon, Nathan Fillion y Andy Richter. 

Pasando al tema de si me ha gustado o no, tengo sentimientos encontrados. A mi, especialmente, Drew Barrymore no me convence como actriz, me tira para atrás cosa mala, y en este estreno suyo en el mundillo de las series tampoco me ha llegado. Sin embargo, ahí está Timothy Oliphant (de hecho, su personale me recuerda mucho a Phil Dunphy -Modern Family-, por lo que al ver la serie desarrollé una simpatía especial por él) para salvar la situación, junto con los dos actores que hacen de los adolescentes. A mi parecer, estas tres actuaciones son el punto fuerte de la serie. alva la situación.

Como breve resumen diré que Santa Clarita Diet es una serie chorra, mamarracha, petarda. ¿Entretiene? Pues sí, entretiene, para echar el rato está muy bien, pero no se trata del mejor producto (ni de lejos) de Netflix.